jueves, 29 de enero de 2009

JOSE HIERRO: HACIENDO SOMBRA (entrenamiento para despues del combate)



A ORILLAS DEL EAST RIVER


I
En esta encrucijada,
flagelada por vientos de dos ríos
que despeinan la calle y la avenida,
pisoteada su negrura por gaviotas de luz,
descienden las palabras a mi mano,
picotean los granos de rocío,
buscan entre mis dedos las migajas de lágrimas.

Siempre aspiré a que mis palabras,
las que llevo al papel,
continuasen llorando
-de pena, de felicidad, de desesperanza,
al fin, todo es lo mismo-,
porque yo las había llorado antes;
antes de que desembocasen en el papel blanquísimo,
en el papel deshabitado, que es el morir.
Dejarían en él los ecos asordados, empañados,
de lo que tuvo vida.
Alguien advertiría la humedad de las lágrimas,
lloraría por seres que jamás conoció,
que acaso no es posible que existieran
aunque estuvieron vivos
en el recuerdo o en la imaginación.
Lloraríamos todos por los desconocidos,
los -para mí -difuminados
en la magia del tiempo.

Contra las estructuras
de metal y de vidrio nocturno
rebotan las palabras aún sin forma,
consagradas en el torbellino helado,
y no me hacen llorar.
Yo ya no sé llorar. ¡Y mira que he llorado!

II
Yo ya no lloro,
excepto por aquello que algún día
me hizo llorar:
los aviones que proclamaban
que todo había terminado;
la estación amarilla diluida en la noche
en la que coincidían, tan sólo unos instantes,
el tren que partía hacia el norte
y el que partía hacia el oeste
y jamás volverían a encontrarse;
y la voz de Juan Rulfo: «diles que no me maten»;
y la malagueña canaria;
y la niña mendiga de Lisboa
que me pidió un «besiño».

Yo ya no lloro.
Ni siquiera cuando recuerdo
lo que aún me queda por llorar.

De "Cuaderno de Nueva York" 1998

JOSE HIERRO: HACIENDO SOMBRA (entrenamiento para despues del combate)



A ORILLAS DEL EAST RIVER


I
En esta encrucijada,
flagelada por vientos de dos ríos
que despeinan la calle y la avenida,
pisoteada su negrura por gaviotas de luz,
descienden las palabras a mi mano,
picotean los granos de rocío,
buscan entre mis dedos las migajas de lágrimas.

Siempre aspiré a que mis palabras,
las que llevo al papel,
continuasen llorando
-de pena, de felicidad, de desesperanza,
al fin, todo es lo mismo-,
porque yo las había llorado antes;
antes de que desembocasen en el papel blanquísimo,
en el papel deshabitado, que es el morir.
Dejarían en él los ecos asordados, empañados,
de lo que tuvo vida.
Alguien advertiría la humedad de las lágrimas,
lloraría por seres que jamás conoció,
que acaso no es posible que existieran
aunque estuvieron vivos
en el recuerdo o en la imaginación.
Lloraríamos todos por los desconocidos,
los -para mí -difuminados
en la magia del tiempo.

Contra las estructuras
de metal y de vidrio nocturno
rebotan las palabras aún sin forma,
consagradas en el torbellino helado,
y no me hacen llorar.
Yo ya no sé llorar. ¡Y mira que he llorado!

II
Yo ya no lloro,
excepto por aquello que algún día
me hizo llorar:
los aviones que proclamaban
que todo había terminado;
la estación amarilla diluida en la noche
en la que coincidían, tan sólo unos instantes,
el tren que partía hacia el norte
y el que partía hacia el oeste
y jamás volverían a encontrarse;
y la voz de Juan Rulfo: «diles que no me maten»;
y la malagueña canaria;
y la niña mendiga de Lisboa
que me pidió un «besiño».

Yo ya no lloro.
Ni siquiera cuando recuerdo
lo que aún me queda por llorar.

De "Cuaderno de Nueva York" 1998

JOSE HIERRO: HACIENDO SOMBRA (entrenamiento para despues del combate)



A ORILLAS DEL EAST RIVER


I
En esta encrucijada,
flagelada por vientos de dos ríos
que despeinan la calle y la avenida,
pisoteada su negrura por gaviotas de luz,
descienden las palabras a mi mano,
picotean los granos de rocío,
buscan entre mis dedos las migajas de lágrimas.

Siempre aspiré a que mis palabras,
las que llevo al papel,
continuasen llorando
-de pena, de felicidad, de desesperanza,
al fin, todo es lo mismo-,
porque yo las había llorado antes;
antes de que desembocasen en el papel blanquísimo,
en el papel deshabitado, que es el morir.
Dejarían en él los ecos asordados, empañados,
de lo que tuvo vida.
Alguien advertiría la humedad de las lágrimas,
lloraría por seres que jamás conoció,
que acaso no es posible que existieran
aunque estuvieron vivos
en el recuerdo o en la imaginación.
Lloraríamos todos por los desconocidos,
los -para mí -difuminados
en la magia del tiempo.

Contra las estructuras
de metal y de vidrio nocturno
rebotan las palabras aún sin forma,
consagradas en el torbellino helado,
y no me hacen llorar.
Yo ya no sé llorar. ¡Y mira que he llorado!

II
Yo ya no lloro,
excepto por aquello que algún día
me hizo llorar:
los aviones que proclamaban
que todo había terminado;
la estación amarilla diluida en la noche
en la que coincidían, tan sólo unos instantes,
el tren que partía hacia el norte
y el que partía hacia el oeste
y jamás volverían a encontrarse;
y la voz de Juan Rulfo: «diles que no me maten»;
y la malagueña canaria;
y la niña mendiga de Lisboa
que me pidió un «besiño».

Yo ya no lloro.
Ni siquiera cuando recuerdo
lo que aún me queda por llorar.

De "Cuaderno de Nueva York" 1998

poesia contra la barbarie

OYE, TÚ, HACEDOR DE MUROS...!!!

La palabra
Un tintero de silencio
Contra esta pared en blanco
Estampado estampido
Todo mi Gaza en un pozo
Lleno de rabia
Hasta el cuello
Y con los ojos mientras
Las cenizas nazco
Esmagar la luz
Destilar sus mondas
Pero tu comeras piedras
Con el alma desdentada:
Miserable Abundancia
Administrador del Miedo
Saqueador Del Llanto


poesia contra la barbarie

OYE, TÚ, HACEDOR DE MUROS...!!!

La palabra
Un tintero de silencio
Contra esta pared en blanco
Estampado estampido
Todo mi Gaza en un pozo
Lleno de rabia
Hasta el cuello
Y con los ojos mientras
Las cenizas nazco
Esmagar la luz
Destilar sus mondas
Pero tu comeras piedras
Con el alma desdentada:
Miserable Abundancia
Administrador del Miedo
Saqueador Del Llanto


poesia contra la barbarie

OYE, TÚ, HACEDOR DE MUROS...!!!

La palabra
Un tintero de silencio
Contra esta pared en blanco
Estampado estampido
Todo mi Gaza en un pozo
Lleno de rabia
Hasta el cuello
Y con los ojos mientras
Las cenizas nazco
Esmagar la luz
Destilar sus mondas
Pero tu comeras piedras
Con el alma desdentada:
Miserable Abundancia
Administrador del Miedo
Saqueador Del Llanto


sábado, 24 de enero de 2009

Pasolini intervista Ungaretti

Canción

describe el estado de animo del poeta


Desnudados los brazos ahítos de secretos

Han removido a mano el fondo del Leteo,

Han soltado despacio las vehementes gracias

Y los hastíos donde luz fue el mundo.


Nada más mudo que la extraña calle

Donde hoja no hay que nazca o hiberne o caiga,

Donde cosa ninguna apena o agrada,

Donde el velar jamas sucede al sueño.


Todo se asomo luego en transpariencias

En la hora credula, en que la quietud

Cansada, con desenterradas frondas

Reabierta su medida de las metas,

Agotándose en ecos irisados, amor

En la aérea pedriza estremenciéndose,

Sonrosando lo oscuro, y en tal color tendiendo,

Más que tiende una vida un arco, el sueño.


Presa de la impalpable prole

De muros, herederos eternos de minutos,

Más y más nos excluye la primigenia imagen,

Mas rompe por relámpagos el hielo y reconquista.


Más veraz huye el obsesivo blanco,

Y más es bello, toca más desnuda la calma

y, germen, pura idea no más, de nuevo, airada,

Tiembla, adversa a la nada, en un breve despojo.


Arroyos adivina, hace sufrir la palma:

Laberínticos dedos revela si suspira.

Prepare los instantes con cruel filo,

Devaste, aprese con incierto filo,

Desole el ánimo con sordo filo,

No he de aprtar de él el ojos fijo

Aun cuando, horrible de desnudo abismo,

Su forma se conozca de oídos sólo.


Y si es que, fuego todavía de aventura,

Los instantes de angustia hechos anhelo,

Traspaso de Ítaca los huidizos muros,

Sé, transformación última en la aurora,

Ahora sé que el hilo de la trama

Humana quebrantarse parece en esa hora.


Nada se vio más nuevo que la calle

Donde nunca el espacio se degrada

Por la luz o tiniebla, u otro tiempo.


CANZONE

Nude, le braccia di segreti sazie,
A nuoto hanno del Lete svolto il fondo,
Adagio sciolto le veementi grazie
E le stanchezze onde luce fu il mondo.

Nulla è muto più della strana strada
Dove foglia non nasce o cade o sverna,
Dove nessuna cosa pena o aggrada,
Dove la veglia mai, mai il sonno alterna.

Tutto si sporse poi, entro trasparenze,
Nell'ora credula, quando, la quiete
Stanca, da dissepolte arborescenze
Riestesasi misura delle mete,
Estenuandosi in iridi echi, amore
Dall'aereo greto trasalì sorpreso
Roseo facendo il buio e, in quel colore,
Più d'ogni vita un arco, il sonno, teso.

Preda dell'impalpabile propagine
Di muri, eterni dei minuti eredi,
Sempre ci esclude più, la prima immagine
Ma, a lampi, rompe il gelo e riconquide.

Più sfugga vera, l'ossessiva mira,
E sia bella, più tocca a nudo calma
E, germe, appena schietta idea, d'ira,
Rifreme, avversa al nulla, in breve salma.

Rivi indovina, suscita la palma:
Dita dedale svela, se sospira.
Prepari gli attimi con cruda lama,
Devasti, carceri, con vaga lama,
Desoli gli animi con sorda lama,
Non distrarrò da lei mai l'occhio fisso
Sebbene, orribile da spoglio abisso,
Non si conosca forma che da dama.

E se, tuttora fuoco d'avventura,
Tornati gli attimi da angoscia a brama,
D'Itaca varco le fuggenti mura,
So, ultima metamorfosi all'aurora,
Oramai so che il filo della trama
Umana, pare rompersi in quell'ora.

Nulla più nuovo parve della strada
Dove lo spazio mai non si degrada
Per la luce o per tenebra, o altro tempo.

Pasolini intervista Ungaretti

Canción

describe el estado de animo del poeta


Desnudados los brazos ahítos de secretos

Han removido a mano el fondo del Leteo,

Han soltado despacio las vehementes gracias

Y los hastíos donde luz fue el mundo.


Nada más mudo que la extraña calle

Donde hoja no hay que nazca o hiberne o caiga,

Donde cosa ninguna apena o agrada,

Donde el velar jamas sucede al sueño.


Todo se asomo luego en transpariencias

En la hora credula, en que la quietud

Cansada, con desenterradas frondas

Reabierta su medida de las metas,

Agotándose en ecos irisados, amor

En la aérea pedriza estremenciéndose,

Sonrosando lo oscuro, y en tal color tendiendo,

Más que tiende una vida un arco, el sueño.


Presa de la impalpable prole

De muros, herederos eternos de minutos,

Más y más nos excluye la primigenia imagen,

Mas rompe por relámpagos el hielo y reconquista.


Más veraz huye el obsesivo blanco,

Y más es bello, toca más desnuda la calma

y, germen, pura idea no más, de nuevo, airada,

Tiembla, adversa a la nada, en un breve despojo.


Arroyos adivina, hace sufrir la palma:

Laberínticos dedos revela si suspira.

Prepare los instantes con cruel filo,

Devaste, aprese con incierto filo,

Desole el ánimo con sordo filo,

No he de aprtar de él el ojos fijo

Aun cuando, horrible de desnudo abismo,

Su forma se conozca de oídos sólo.


Y si es que, fuego todavía de aventura,

Los instantes de angustia hechos anhelo,

Traspaso de Ítaca los huidizos muros,

Sé, transformación última en la aurora,

Ahora sé que el hilo de la trama

Humana quebrantarse parece en esa hora.


Nada se vio más nuevo que la calle

Donde nunca el espacio se degrada

Por la luz o tiniebla, u otro tiempo.


CANZONE

Nude, le braccia di segreti sazie,
A nuoto hanno del Lete svolto il fondo,
Adagio sciolto le veementi grazie
E le stanchezze onde luce fu il mondo.

Nulla è muto più della strana strada
Dove foglia non nasce o cade o sverna,
Dove nessuna cosa pena o aggrada,
Dove la veglia mai, mai il sonno alterna.

Tutto si sporse poi, entro trasparenze,
Nell'ora credula, quando, la quiete
Stanca, da dissepolte arborescenze
Riestesasi misura delle mete,
Estenuandosi in iridi echi, amore
Dall'aereo greto trasalì sorpreso
Roseo facendo il buio e, in quel colore,
Più d'ogni vita un arco, il sonno, teso.

Preda dell'impalpabile propagine
Di muri, eterni dei minuti eredi,
Sempre ci esclude più, la prima immagine
Ma, a lampi, rompe il gelo e riconquide.

Più sfugga vera, l'ossessiva mira,
E sia bella, più tocca a nudo calma
E, germe, appena schietta idea, d'ira,
Rifreme, avversa al nulla, in breve salma.

Rivi indovina, suscita la palma:
Dita dedale svela, se sospira.
Prepari gli attimi con cruda lama,
Devasti, carceri, con vaga lama,
Desoli gli animi con sorda lama,
Non distrarrò da lei mai l'occhio fisso
Sebbene, orribile da spoglio abisso,
Non si conosca forma che da dama.

E se, tuttora fuoco d'avventura,
Tornati gli attimi da angoscia a brama,
D'Itaca varco le fuggenti mura,
So, ultima metamorfosi all'aurora,
Oramai so che il filo della trama
Umana, pare rompersi in quell'ora.

Nulla più nuovo parve della strada
Dove lo spazio mai non si degrada
Per la luce o per tenebra, o altro tempo.

Pasolini intervista Ungaretti

Canción

describe el estado de animo del poeta


Desnudados los brazos ahítos de secretos

Han removido a mano el fondo del Leteo,

Han soltado despacio las vehementes gracias

Y los hastíos donde luz fue el mundo.


Nada más mudo que la extraña calle

Donde hoja no hay que nazca o hiberne o caiga,

Donde cosa ninguna apena o agrada,

Donde el velar jamas sucede al sueño.


Todo se asomo luego en transpariencias

En la hora credula, en que la quietud

Cansada, con desenterradas frondas

Reabierta su medida de las metas,

Agotándose en ecos irisados, amor

En la aérea pedriza estremenciéndose,

Sonrosando lo oscuro, y en tal color tendiendo,

Más que tiende una vida un arco, el sueño.


Presa de la impalpable prole

De muros, herederos eternos de minutos,

Más y más nos excluye la primigenia imagen,

Mas rompe por relámpagos el hielo y reconquista.


Más veraz huye el obsesivo blanco,

Y más es bello, toca más desnuda la calma

y, germen, pura idea no más, de nuevo, airada,

Tiembla, adversa a la nada, en un breve despojo.


Arroyos adivina, hace sufrir la palma:

Laberínticos dedos revela si suspira.

Prepare los instantes con cruel filo,

Devaste, aprese con incierto filo,

Desole el ánimo con sordo filo,

No he de aprtar de él el ojos fijo

Aun cuando, horrible de desnudo abismo,

Su forma se conozca de oídos sólo.


Y si es que, fuego todavía de aventura,

Los instantes de angustia hechos anhelo,

Traspaso de Ítaca los huidizos muros,

Sé, transformación última en la aurora,

Ahora sé que el hilo de la trama

Humana quebrantarse parece en esa hora.


Nada se vio más nuevo que la calle

Donde nunca el espacio se degrada

Por la luz o tiniebla, u otro tiempo.


CANZONE

Nude, le braccia di segreti sazie,
A nuoto hanno del Lete svolto il fondo,
Adagio sciolto le veementi grazie
E le stanchezze onde luce fu il mondo.

Nulla è muto più della strana strada
Dove foglia non nasce o cade o sverna,
Dove nessuna cosa pena o aggrada,
Dove la veglia mai, mai il sonno alterna.

Tutto si sporse poi, entro trasparenze,
Nell'ora credula, quando, la quiete
Stanca, da dissepolte arborescenze
Riestesasi misura delle mete,
Estenuandosi in iridi echi, amore
Dall'aereo greto trasalì sorpreso
Roseo facendo il buio e, in quel colore,
Più d'ogni vita un arco, il sonno, teso.

Preda dell'impalpabile propagine
Di muri, eterni dei minuti eredi,
Sempre ci esclude più, la prima immagine
Ma, a lampi, rompe il gelo e riconquide.

Più sfugga vera, l'ossessiva mira,
E sia bella, più tocca a nudo calma
E, germe, appena schietta idea, d'ira,
Rifreme, avversa al nulla, in breve salma.

Rivi indovina, suscita la palma:
Dita dedale svela, se sospira.
Prepari gli attimi con cruda lama,
Devasti, carceri, con vaga lama,
Desoli gli animi con sorda lama,
Non distrarrò da lei mai l'occhio fisso
Sebbene, orribile da spoglio abisso,
Non si conosca forma che da dama.

E se, tuttora fuoco d'avventura,
Tornati gli attimi da angoscia a brama,
D'Itaca varco le fuggenti mura,
So, ultima metamorfosi all'aurora,
Oramai so che il filo della trama
Umana, pare rompersi in quell'ora.

Nulla più nuovo parve della strada
Dove lo spazio mai non si degrada
Per la luce o per tenebra, o altro tempo.

Pasolini e Ezra Pound


Pasolini e Ezra Pound


Pasolini e Ezra Pound


viernes, 23 de enero de 2009

Un poeta vital, sin concesiones



In sé crede e nel vero chi dispera?

¿Cree en sí y en la verdad quien desespera?

Hay poetas para quienes la poesia es una cuestion estética, y otros para quienes es una cuestion vital. (Tomas Segovia, en el prologo a los poemas de Ungaretti, publicados por Galaxia Gutemberg)

Un poeta vital, sin concesiones



In sé crede e nel vero chi dispera?

¿Cree en sí y en la verdad quien desespera?

Hay poetas para quienes la poesia es una cuestion estética, y otros para quienes es una cuestion vital. (Tomas Segovia, en el prologo a los poemas de Ungaretti, publicados por Galaxia Gutemberg)

Un poeta vital, sin concesiones



In sé crede e nel vero chi dispera?

¿Cree en sí y en la verdad quien desespera?

Hay poetas para quienes la poesia es una cuestion estética, y otros para quienes es una cuestion vital. (Tomas Segovia, en el prologo a los poemas de Ungaretti, publicados por Galaxia Gutemberg)