sábado, 28 de marzo de 2009

la prosa del observatorio



Un texto magnifico donde Cortazar nos despliega sobre un universo incalculable pero que se nos hace legible y nos vuelve geografos del milagro. Saber leer en las criaturas inefables a traves de los nombres del silencio, es algo que se nos ofrece con deslumbrante y minuciosa mirada. El viajero del universo situa los astros y sus dobles: las criaturas, en la mismisima palma de la mano del ser amado.
Un intercambio interminable entre orillas oceanicas y astrales derrotas, mapa ardiendo, piel de todas las voces, olvido ardoroso en la punta de la lengua, mesa y lecho, profecias y destinos, todo es propicio para ser admitidos en la musica, como lo son los peces o los arboles. Todo depende de estar a la altura de la palabra que damos, pues en realidad es lo unico que verdaderamente poseemos como nuestro.