martes, 1 de diciembre de 2009
salvatore quasimodo, la humana tristeza
La inteligencia, la muerte, el sueño,
niegan la esperanza. En esta noche,
en Brasov, en los Cárpatos, entre árboles
ajenos, busco en el tiempo
a una mujer amada. El calor quiebra
las hojas de los álamos
y me digo palabras que no conozco,
reverso de tierra de la memoria.(1)
Un oscuro jazz, canciones italianas
zozobran en el color de las pupilas.
En el estruendo de las fuentes
se ha perdido tu voz:
basta un día para equilibrar el mundo.
(1) derramo tierras de memoria
Basta un giorno a equilibrare il mondo. L’intelligenza la morte il sogno / negano la speranza. In questa notte /a Brasov nei Carpazi, fra alberi / non miei cerco nel tempo / una donna d’amore. L’afa spacca / le foglie dei pioppi ed io / mi dico parole che non conosco, / rovescio terre di memoria. / Un jazz buio, canzoni italiane / passano capovolte sul colore degli iris. / Nello scroscio delle fontane / s’è perduta la tua voce: / basta un giorno a equilibrare il mondo.