viernes, 16 de enero de 2009
palabras de Olvido
La poesía trabaja con los materiales de la vida; un poema es un lugar raro en que se guarda la vida. Raro, porque de pronto está ahí, afuera, resultado de una experiencia interior al fundirse con los materiales que la expresan; pero a la vez un poema no llega nunca a objetivarse, permanece, permeable y abierto, esperando que quien lo lee active de nuevo. En él se imprimen una sensibilidad y carácter, el impulso de una voz, es decir, cierta organizacion sintáctica, una temperatura, la distancia desde la que se habla; la relación, en fin, de quien habla, con la muerte.
A veces en la vaina de la piedad va enfundado el afilado puñal de la envidia
(Nietzsche)
EL MUNDO. Y el cuerpo- deterioro, muerte, paso y peso del tiempo-, el nombre de lo enfermo o de lo solo. Lo que nos hace conocernos. Esos son los lugares a los que vuelve una y otra vez mi escritura.
Lo irreal corresponde a la vida.
el mundo-árboles, animales, el campo, los objetos- es plenamente real,
lo irreal corresponde al estar,al presente, a la actividad del ser.
LA POESÍA, como la filosofía, trabaja a la contra; por ejemplo, contra la cultura, contra la lengua de la cultura, contra el método, contra lo que se sabe hacer; y contra la idea de musicalidad que parece perseguirla, idea que actúa con frecuencia diluyendo la precisión, esa cualidad irrenunciable de lo poético- y el llamado rigor formal es solo el modo de alcanzar la precisión-
Mis libros se hacen un poco a ciegas, quiero decir sin un proyecto inicial que la escritura vaya cubriendo. Cada poema nace de modo independiente, uno a uno se escriben a lo largo de los años.
La vision que cada poeta tiene del mundo toma como base pulsiones de la infancia; las imagenes y motivosque esas pulsiones van ocupando varian con el tiempo; el ritmo de esa variacion semeja una espiral. El arte lo sabe todo del cuerpo del artista, por eso algunos poemas dicen cosas que tal vez quien los escribio no sabia.
Con las raices de la infancia, en el origen del poema cuenta la variable de genero. Ser mujeres, no hombres, conlleva una historia y una tradicion especifica. Recluidas en una muy acotada parcela en la transmision de saberes, esto a condicionado el modo de relacionarnos con nosotros mismos y con los otros.