jueves, 7 de marzo de 2013

ESTE LUNS, HART CRANE CON NOS

http://www.lexia.com.ar/HART%20CRANE.htm
Clarence Arthur Crane era el padre de Hart. También un exitoso hombre de negocio que pudo acumular una buena porción de dinero al incursionar en el rubro de los caramelos .Se dice que llegó  a tal asunto después de inventar el salva vidas. Cosa curiosa: en ningún momento se le ocurrió calzarse uno para librarse del problema que le significó caer en el maremoto matrimonial celebrado con Grace.

Grace Crane era madre de Hart . Asimismo, contrincante de Clarence en el cuadrilátero de dos plazas donde ambos tenían por costumbre boxearse cada vez que lo consideraban necesario.

Cuando digo “cada vez que lo consideraban necesario” quiero decir “siempre que lo consideraran adecuadamente necesario”.

Piña va piña viene,  como los enfrentamientos prometían culminar en tragedia, Clarence y Grace se divorciaron en 1916  .

Gracias a esto el ambiente se volvió más apacible en el vecindario. Pero poco tiempo después el desapacible Hart Crane decidió dejar de perder tiempo en la escuela tanto como en el vecindario que para entonces se había vuelto estiradamente aburrido.

Entonces partió hacia New York City. Entre los años 1917 – 1924 estuvo dando vueltas y vueltas en el círculo New York  - Cleveland; trabajando como  mecanógrafo y también en la factoría de su padre.

Sentía a New York como su casa. Es la razón por la que la mayor parte de su producción poética se encuentra ambientada en tal lugar . Como dato accesorio para quienes se encuentren interesados en  conocer su inclinación sexual, les  tiro el siguiente dato:  Hart Crane fue gay.

Parte de su profundo amor por New York  City quizás sea resultado de la tolerancia que ésta  ciudad tenía por  la entonces próspera cultura gay.

Crane se sentía un fracasado. Por ello,  al mediodía del 26 de Abril de 1932,  de regreso a New York City desde México, después de haber sido golpeado por un miembro de la tripulación del barco en que viajaba, confirmó la idea de que no podía ser feliz en éste mundo debido a su condición gay y se suicidó saltando  al Golfo de México.

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Los poemas que van a leerse  muestran la ductilidad de Crane en el manejo de imágenes abstractas. Así mismos , las inteligentes construcciones gramaticales que producen un impacto en el oído del lector debido a  la utilización adecuada de la rección, nos sumergen en los distintos caminos que el autor se ocupo en recorrer con la finalidad de concretar la creación poética que seguramente debe haber acosado inteligencia de manera insistente .


Al puente de Brooklyn

Cuántos amaneceres, frío tras su merecido descanso,

habrán de zambullirse las gaviotas a su alrededor
soltando anillos blancos de tumulto, erigiendo
la Libertad por encima del agua encadenada

Luego con limpia curva, apartamos los ojos,
espectrales como las velas que pasan por debajo,
de alguna hoja de cálculo que sera archivada;
hasta que el ascensor nos libera de la jornada...

Pienso en los cines, esas vistas panoramicas
de multitudes inclinadas ante una escena trepidante
nunca mostrada, pero a la que pronto se apresuran,
anunciada a otros ojos en la misma pantalla.

Y tú, cruzando el puerto entre destellos de plata,
como si te alcanzase el sol, dejas
en el andar cierto balanceo pendiente.
Tu misma libertad te sigue sosteniendo.

Desde algún tunel de metro, celda o altillo

un loco se apresura hacia tus parapetos,
se inclina un poco, su camisa chillona se hincha,
una broma se arroja desde la atónita caravana.

La luz de mediodía gotea en las vigas de Wall Street,
diente roto del celeste acetileno;
toda la tarde giran las grúas entre nubes...
Tus cables respiran aún el Atlántico Norte.

Oscuro como el cielo de los judios
tu galardón...gracia concedida
de anonimia que el tiempo no disipa:
vibrante absolución, el perdón que nos otorgas.

Arpa y altar fundidos por la furia
(¡qué fuerza afinaría el coro de tu cordaje!),
umbral terrible de la promesa del profeta,
de la oración del paria y del gemido del amante.

De nuevo las luces del tráfico que rozan tu lenguaje,
veloz y sin cesuras, inmaculado suspiro de los astros,
salpican tu ruta, cifran la eternidad.
Hemos visto la noche alzada en tus brazos.

Bajo la sombra de tus pilares esperé;
sólo en la oscuridad tu sombra es clara.
Los iluminados bloques urbanos se han borrado,
ya la nieve sepulta todo un año de hierro...

Insomne como el rio que pasa debajo de ti,
tú que abovedas el mar, hierba que sueña en las praderas,
ven a nosotros, los humildes, baja
y con tu curvatura ofrece un mito de Dios